
El Parque de las Naciones es un predio de aproximadamente 10 hectareas y tiene la particularidad de ser la sede permanente de la Fiesta Nacional del Inmigrante que se realiza año a año, durante el mes de septiembre. El parque se encuentra a escasos kilómetros del centro de la ciudad, demarcado por la calle Ucrania, la Ruta Nacional 14 y la Avenida Andresito. En él se encuentran emplazadas las 14 casas típicas de cada una de las colectividades, así como, el Museo Histórico y de Ciencias Naturales Municipal y la sede de la Federación de Colectividades, ente organizador de la fiesta.
En Oberá han coincidido, como en pocos lugares de la Argentina, inmigrantes de las más variadas nacionalidades y etnias. Esta diversidad trajo un enriquecimiento cultural extraordinario y una convivencia ejemplar. El lugar, además de ser sede de la fiesta, forma parte cotidiana de la comunidad obereña. Grandes y chicos se juntan a jugar al fútbol, a caminar o simplemente a conversar debajo de la sombra de algún frondoso árbol compartiendo un rico tereré. La arquitectura de las distintas casas de las comunidades es para destacar. Una para cada colectividad: alemanes, árabes, brasileños, españoles, franceses, italianos, japoneses, nórdicos (daneses, finlandeses, islandeses, noruegos y suecos), paraguayos, polacos, rusos, suizos y ucranianos, juntamente con los anfitriones argentinos. Cada una posee esa distinción que las hace únicas.
Siguiendo el recorrido que nos presenta el camino interno, llegamos hasta el Museo Histórico y de Ciencias Naturales Municipal para conocer los objetos que en él se exhibían. El museo cuenta con tres salas. Una está destinada a las Raíces Misioneras, donde se exponen distintas fotografías, material lítico y artesanías de mimbre de los primeros habitantes del lugar: los guaraníes. Otra de las salas posee vestimentas típicas y algunos trajes de quienes fueron elegidas Reinas en la famosa Fiesta Nacional del Inmigrante. En la misma sala, fotos, vestimenta de época y otros objetos recuerdan distintos hechos históricos de importancia, como la masacre de Oberá, tal como se conoció a la protesta agraria de 1936; o la atípica nevada que ocurrió en agosto de 1965.
En la sala de Ciencias Naturales se puede aprender sobre la rica fauna del lugar a través de los distintos animales disecados, entre los que destacamos la presencia de un yacaré, un colorido papagayo y una larga yarará, la cual, si se la mira en demasía, hasta da un poco de miedo. Saliendo del museo, o bien entrando, lo que más llama la mirada es la cantidad incontable de azulejos y cerámicas, que tienen como lema la Fiesta Nacional del Inmigrante, la ciudad de Oberá o distintas temáticas propias de la provincia de Misiones.